Y en unos de esos días derrochados por tu ausencia, se cruzó por mi camino aquella frase para mí tan cierta que acusa a la superficialidad de ser el peor y supremo de los vicios. Todo lo que llega a la conciencia está bien, dicen, ¿pero qué hay de aquello que no llega? ¿O que llega, pero que nosotros mismos decidimos reprimir?
Escuchando las dulces palabras de Édith, y sintiendo la condición gastada de las lágrimas, la situación, a diferencia de todas las otras que te habían involucrado, era completamente real. Y la realidad, como siempre, me asustaba.
Simplemente, no te vayas.
Pequeñéz que mis manos plasmaron en un papel sin comunicarle a mi cerebro alguna de estas tardes.
Este cuadro de Renoir (El almuerzo de los remeros) me comenzó a llamar la atención cuando vi Le Fabouleux Destin d'Amélie Poulain, justamente por la mirada perdida de la joven del fondo. En pequeño no se puede apreciar muy bien, pero es inconfundible su condición enamorada. De algún modo, como que me identificó.
Pasando a otra cosa, no sé si soy yo, o el mundo definitivamente se volvió LOCO. Los sucesos se vuelven cada vez más increíbles, cada vez menos esperados.
Hoy tengo una fiesta y estoy feliz :D Ojalá todo se vaya acomodando un poco (s'il vous plaît !).
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