domingo, 27 de septiembre de 2009

Last Flowers Till The Hospital

And I can't face the evening straight
And you can't offer me escape
Houses move and houses speak
If you take me there you'll get relief
Believe, believe, believe, believe...


Ayer fui a saludar a una amiga un rato con motivo de su fiesta de cumpleaños y, como el lugar donde festejó queda a unas cuadras de casa, decidí ir caminando, lo necesitaba. Subí por mi calle (que no suelo frecuantar prácticamente nunca en esa dirección), y, por primera vez, me percaté de lo preciosa que es. Las casas, de diversos estilos antiguos, parecen congeladas en el tiempo.
El ambiente era perfecto, no hacía frío, ni mucho calor. Mientras miraba con ojos de recién nacida toda la maravilla, mi iPod en aleatorio seleccionó la canción de Radiohead a la que corresponden el título y el fragmento de esta entrada. Fue un momento perfecto, y la canción, con la cual tengo una historia bastante particular, me trajo fantasmas inexorables, que ya son parte constante de mi mente y me acompañan a donde quiera que vaya. De repente me encontré pensando "Cómo me gustaría estar caminando en este momento al lado tuyo. Me gustaría ver tus reacciones, que me dijeses cuál es la casa que más te gusta, que me abrazaces y me hablases con una transparencia inquebrantable, como yo creía la de siempre".
Y quién diría que esta misma idea mía de "querer saber las cosas que nadie sabe" me iba a llevar hoy al lugar en el que siento encontrarme? Nadie. O todos. O quizás, yo misma, porque en definitiva fui yo quien decidió tomar el riesgo. Y ahora, aunque pueda llegar a sentirme, como hoy en la madrugada, hundiéndome en un mar de lágrimas propias, encadenada por mis sentimientos y por mis sueños, mi interior sigue gritándome constantemente la repetición del último verso de la canción. Tan fuerte, que ni siquiera me permite conciliar el sueño.
En fin, mi estado anímico a lo largo de este fin de semana fue muy raro. Agonía condimentada con desesperación (me enteré de que una de las personas más importantes en mi vida, con la que se "cortó" hace unos años un vínculo que en realidad yo creo que no podría llegar a cortarse jamás, sino, simplemente a estancarse) está internada a causa de consumición de drogas pesadas, en un terrible estado. Eso me quebró, y me llenó de impotencia. Hubo también estrés, calma, euforia, agradecimiento, alegría, perdición, entre una gran gama de etcéteras. Ahora sólo espero que lunes y martes pasen rápido, quiero sacarme todos los exámenes de encima, y que después mi vida vuelva un poco a las tonalidades claras, que aunque de alguna u otra manera siempre están, a veces ellas mismas tienen la necesidad de opacarse un poco.
Antes de terminar con esta necesaria canalización y sumirme en un día en francés, quiero agraderte a vos, Iri, que seguramente vas a leer esto en algún momento. Te juro que si vos no hubieses estado ahí conmigo, sinceramente no sé qué hubiese sido de mí. Muchas gracias en serio.




Too much
Too bright
Too powerful

1 comentario:

Eliana dijo...

Ayy Miwii <3
Siempre voy a estar cuando me necesites, no importan los duros tiempos. Además, te voy a confesar, que cuando estoy con vos, cuando hablo con vos, tengo una sensación de seguridad y de comodidad que me deja re bien, en serio.
Este fin de semana estuvo lindo, pero con sus particularidades xD
Gracias por todo, te quiero mucho !

Un beso~